08 Abr Una silla para Von Der Leyen
Ursula Von Der Leyen es la presidenta de la Comisión Europea. Charles Michel, por su parte, es el presidente del Consejo Europeo.
Ayer, estos dos máximos representantes de la Unión Europea tenían una reunión de primer nivel con el presidente de la República de Turquía, Recep Tayip Erdogan.
No nos cabe ninguna duda que los asuntos que iban a tratar antes o después de la recepción oficial por parte del presidente turco eran de la máxima prioridad, tanto para Europa como para Turquía, un país que intenta, desde hace años, integrarse en la Unión Europea.
La imagen va a pasar a la historia, una vez que los altos representantes de la Unión Europea se encontraron con Erdogan, sólo había una silla al lado del presidente turco. El personal de protocolo y demás comitiva asignó este asiento al presidente del Consejo Europeo, Michel, mientras que la presidenta de la Comisión Europea se quedaba sin su silla al lado del dirigente turco, como manda el protocolo.
Desde Ellas Vuelan Alto queremos manifestar nuestro malestar por este desplante a todo un presidente de la Unión Europea, y elijo el género común, que casualmente es el masculino, para poner de relieve, especialmente para todos aquellos que siguen afirmando que la lucha por la diversidad e igualdad de género no procede en estos momentos, que no se puede bajar la guardia nunca.
La actitud de Erdogan no tiene justificación, pero tampoco la tiene que el resto de representantes europeos pasaran por el “aro” la actitud del presidente turco. Von der Leyen y Michel tienen el mismo rango, por lo que el presidente del Consejo Europeo debería haber declinado la invitación a sentarse al lado de Erdogan y ocupar un sitio en el sofá al que fue relegada la presidenta de todos los europeos.
Una asociación como Ellas Vuelan Alto trabaja para la elaboración de protocolos y leyes que impidan estos comportamientos, así como para divulgar la cultura de la diversidad como un valor para la sociedad.
Si Turquía quiere ser europea, debe permitir que los altos cargos políticos o empresariales tengan un hueco al lado de su presidente. Porque si de lo que se trataba era de hacer un desplante y presión a la Unión Europea, quizás el presidente de una nación como Turquía que presume de modernidad, debería haber relegado al sofá al presidente del Consejo, solo por eso de la corrección política.
Desde aquí pedimos una silla para URSULA VON DER LEYEN al lado del presidente Erdogan, o al menos, una disculpa del cuerpo diplomático turco contándonos que “FUE UN LAMENTABLE ERROR DE ORGANIZACIÓN”.
JA, JA
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